Puedes situarlo horizontal o perpendicular a la superficie del suelo. Para colocar un sensor en instalaciones más profundas debes hacer un agujero previamente e insertar el sensor a la profundidad deseada. A continuación, debes cubrir el sensor colocando tierra alrededor del mismo, asegurándote de que exista un buen contacto entre el suelo y el sensor.
Las sondas se deben colocar a diferentes profundidades en áreas representativas del terreno con el fin de dar seguimiento al movimiento del agua del suelo y a su agotamiento dentro de la zona de las raíces del cultivo.